
A mediados del siglo XX unos ambientadores diferentes aparecieron en las droguerías. Eran los ambientadores líquidos con mecha. De ese estilo aún se pueden comprar hoy en algunos supermercados. El perfume líquido embotellado con un tapon de rosca que contenía un gancho que con una tela o celulosa. El tapón podía elevarse más o menos para dejar cierta superfície de la tela expuesta al aire y permitiendo controlar el nivel de intensidad del ambientador. La tela estaba siempre en contacto con el líquido, y esta siempre alimentaba la superficie evaporadora y expuesta al aire.
A partir de esta idea brillante, presentada entonces por una de las que hoy es marca dominante en el mercado, han nacido variadas y multiples evoluciones, como por ejemplo:
– Ambientador de mecha con botella de cristal y carcasa plástica con orificios en la carcasa para dejar airear la fragancia. En algunos de los productos actuales se puede controlar la intensidad abriendo y cerrando los orificios
– Ambientador mikado, con botella de cristal y sticks difusores de origen natural. En este caso la regulación se consigue exponiendo o añadiendo más sticks al difusor
Todas estas evoluciones se entienden y se comercializan bajo la idea de decoración. La palabra ‘decorativo’ puede verse como reclamo en el pack o incluso formando parte del nombre del producto como ‘deco esfera’. Pero… ¿alguien creee que una carcasa plástica gris o roja por mucha forma de esfera o de pirámide o gota puede realmente embellecer el salón? Entendemos que el ambientador mikado puede pasar más desapercibido, al ser una botella de cristal con unas varitas naturales, pero que de imagen no empeore el aspecto del salón, no implica necesariamente que lo mejore…. ¿que creéis? Encontrais que estos ambientadores embellecen nuestro hogar?